Constantemente me pillo imaginando la ciudad como yo la quiero de verdad: operando en los mínimos posibles. El mínimo de contaminación ambiental, el mínimo tiempo de traslados, el mínimo riesgo de enfermedades cardiovasculares, el mínimo de gasto de energía, el mínimo de desperdicio de agua… y luego me pregunto cómo es posible que aún no sea posible con toda la ciencia y tecnología que hay disponible.

Si la iluminación nos llega gratis del cielo, ¿por qué pagar por ella? Una ciudad donde las casas y las oficinas sean iluminadas exclusivamente con energía y luz solar es posible, y todo empieza con separar los circuitos eléctricos de iluminación y de contactos, instalar un panel solar de bajo costo en los techos y conectarlo al circuito de iluminación. Mínimo gasto de energía.

No un carril delgadito para bicicletas, sino uno completo que incluya bicicletas y scooters personales no sólo disminuye el tráfico vehicular y los tiempos de traslado, sino también la contaminación ambiental, la temperatura de la ciudad, el riesgo de enfermedades cardiovasculares y el gasto de energía. Si a esa bicicleta le agregamos un sistema y pila que convierta y almacene la energía, entonces llegaremos al trabajo o escuela con pila suficiente para operar nuestros dispositivos por largo tiempo sin conectarnos a la red eléctrica.

Un parque con aparatos estacionarios de ejercicio, conectados todos ellos a un sistema de conversión y almacenamiento de energía, y este a las luminarias del parque nos dará un mínimo de gasto de energía y riesgo de enfermedades en los urbanitas que ahí hacen ejercicio.

Casas con únicamente instalaciones ahorradoras y recicladoras de agua, en donde los sanitarios no sean basados en agua o tengan dispositivo ahorrador, las regaderas y llaves ahorradoras, la reutilización del agua para jardín o lavado de autos, nos dará no sólo un menor desperdicio de agua, sino una vida más larga al sistema público de distribución de agua.

Una ciudad de mínimos no sólo es posible, sino que también es deseable, tenemos todo lo que hace falta para lograrla: la ciencia hace tiempo que lo ha descifrado y ahora el conocimiento es no sólo público, sino masivamente adquirido y transferido; la tecnología para todas y cada una de las ideas mencionadas igualmente existe y está 100% disponible, y, lo más importante de todos los requisitos, tenemos la urgente necesidad de tener nuestras ciudades en los mínimos.

Enjoy

I catch myself constantly imagining the city as I really want it: operating in its possible minimums. The minimum of environmental pollution, the minimum commuting time, minimum risk of cardiovascular diseases, the minimum energy expenditure, minimum water waste … then I wonder how it is that not possible with all the science and technology available.

If the light comes from the sky for free, why pay for it? A city where houses and offices are lit exclusively with solar energy and sunlight is possible, and it all starts with separate electric lighting circuits and contacts, install an inexpensive solar panel in roofs and connect it to the lighting circuit. Minimum expenditure of energy.

Not just an extremely narrow bike lane, but a full one that includes bicycles and personal scooters, not only reduces traffic and travel times, but also environmental pollution, the temperature of the city, the risk of cardiovascular disease and energy expenditure . If we add to that bike a system and battery to convert and store energy, then we can get to work or school with enough battery to operate our devices for a long time without connecting to the electric company.

A park with stationary exercise equipment, all connected to an energy conversion system and storage, then we connect the park lights to it and we can have a minimum of energy expenditure and a minimum risk of diseases for all urbanites that do exercise there.

Houses with only saving and recycling water facilities, where toilets are not based on water or have a water saving device; water saving showers and faucets also can be used; water reuse for garden or car wash; all this can give us not only less water waste but a longer life for our public water distribution system.

A city in its minimums is not only possible, but also desirable, we have everything it takes to achieve it: science has deciphered whats needed log ago, and knowledge is not only public but massively acquired and transferred; technology to each and every one of the ideas mentioned also exists and is 100% available, and, most important of all requirements, we have an urgent need for our cities to be at their minimums.

Enjoy