En la ruta que caminamos siempre hay momentos en los que tenemos que decidir si mantenemos la misma dirección o si cambiamos; México está en uno de esos momentos, y yo estoy convencido de que la ruta que hemos seguido hasta hoy no es ya la correcta; tenemos que optar por una dirección distinta, una que nos ponga en un proceso acelerado de generación de confianza y riqueza; tenemos suficientes tratados comerciales y relaciones exteriores con las cuáles acceder a los mercados que pueden comprar nuestros productos y servicios; tenemos suficiente talento y recursos naturales para poder encauzar y liberar una verdadera revolución de emprendimiento, y además, tenemos la oportunidad mundial de emprender con tecnologías de alto impacto.
Los ciudadanos y el gobierno necesitamos enfocar nuestros esfuerzos en estimular y construir los ecosistemas regionales de emprendimiento que permitan primero cambiar el rumbo, y que después, en plazos cortos, permitan fundar y catapultar muchas más empresas mexicanas que compitan globalmente; el muro de nuestras fronteras no debe estar en nuestras mentes ni en nuestras ventanillas gubernamentales; no podemos poner trabas a la creación de empresas y empleos mexicanos, no debemos de poner aranceles internos ni cercar mercados internos con normatividad obsoleta.
México tiene hoy la oportunidad de oro en sus manos, cada uno de nosotros debe decidir si caminamos por la misma ruta perdedora o si construimos una nueva; empieza por no ser espectador, por no esperar a que alguien más de el primer paso; empieza por ser proactivo llamando y exigiendo a tu representante en el congreso para que cambie la normativa que no sirve y libere de sus ataduras al emprendimiento mexicano, a que canalice los recursos públicos a la generación de riqueza y de empleo y menos, mucho menos a la actividad político electoral; dile que no es tiempo de elecciones, que es tiempo de acciones.
Empieza por hacer de tu empresa la mejor, por dar el 100% en tu empleo, por estudiar y aprender con mayor resolución en las aulas, por levantar la basura que hay en las calles; empieza por educar a los hijos, por enseñarlos a trabajar en función del nosotros y no sólo del yo; empieza por darle a los maestros su lugar y ayudarlos a ejercer; empieza por tantos lugares que basta con que mires al lado y hagas lo que piensas está bien; pero hagas lo que hagas, por favor también empieza por considerar seriamente el emprender la aventura de emprender, de innovar y de competir.
Empieza, como todo, por el principio y el principio eres tú. Ya es momento de aprender nuevas cosas, busca a tu alrededor, seguro encontrarás grupos y personas que están moviéndose, que han iniciado el nuevo camino y te están buscando; haz que tus impuestos jueguen a tu favor, acércate a las oficinas de desarrollo económico, pídeles que te capaciten, pídeles que te apoyen; el principio será lento, pero lo aceleras cada vez que tocas a la ventanilla, cada vez que llevas a alguien más; detrás de esa ventanilla hay personas que son como tú, que están deseosos de que México tome un rumbo distinto; habla con tu jefe, dile que quieres ayudarlo a que su empresa mejore, a que venda más, a que produzca mejor; dile que necesita de tu talento y que estás dispuesto a darlo, que te entrene, que te estimule, que te apoye.
Sal de tu casa con soluciones, contagia al vecino, al pariente y al de la tienda; reparte ilusiones, comparte tus sueños; busca aliados, busca cómo los cómo sís se multipliquen, se mejoren y evolucionen. Verás que no es difícil, verás que somos muchos más de los que te imaginas, verás que a tu lado hay más gente que piensa como tú y que hace, que ejecuta, que cambia, que empuja y que motiva.
Hoy es un buen día para ser mexicano, el mejor día de todos porque hoy es el día en que puedes iniciar el cambio, tu cambio, el de todos. Instala y activa la única aplicación que necesitas en este proceso, se llama imaginación, y cuando la activas abres el emprendimiento, tu futuro.