Sacar provecho a la información nunca ha sido sencillo, y en estos tiempos menos; alguna información podemos encontrar en bases de datos relacionales, estructuradas y especializadas, pero mucha de ella está en documentos, imágenes y videos sin ninguna estructura que haga sentido; cuando las empresas vendían un único producto a unos cuantos consumidores, las cosas eran sencillas; pero hoy, las empresas necesitan entregar a un sin fin de consumidores, a quienes ni siquiera han visto nunca, una diversidad de productos impresionante; eso sin tomar en cuenta que la competencia no sólo se ha incrementado, sino que se ha globalizado, no sólo en términos geopolíticos, sino también en especialidades; ya no es raro ver que una cafetería ofrezca servicios de cambio de aceite para autos, por ejemplo. O al revés.
La complejidad no ha ido más que aumentando; para colmo de males (o bienes, dependiendo de cómo lo tomemos), el consumidor final tiene ahora algo que llamamos ubiquidad digital, es decir, desde su dispositivo móvil puede estar en cualquier establecimiento comparando y comprando lo que desea. Y, como seguramente ya se lo han imaginado, esas acciones también se convierten y se adicionan a todos los datos a los que podemos tener acceso. La pregunta es cómo.
Afortunadamente, el concepto de Big Data y toda la tecnología y técnicas que la componen está ahora disponible para casi cualquier empresa; toma en cuenta tres características:
  • Un Volumen de datos extremadamente grande
  • Una Velocidad de datos extremadamente alta
  • Una Variedad de datos extremadamente alta
La idea detrás de Big Data es el adquirir, almacenar y administrar grandes cantidades de datos, a la velocidad adecuada y en el tiempo adecuado para poder generar el conocimiento necesario para la empresa; en inglés los conocemos como insights, chispazos de inspiración que indican el camino a seguir.
No me detendré detallando la evolución en el trato de los datos a través del tiempo, basta decir que el uso de las computadoras para ello se remonta hasta la lejanísima década de los 60’s; una barbaridad de tiempo si tomamos en cuenta todo lo que ha sucedido desde entonces; en la actualidad, el Big Data es accesible a casi cualquiera que decida utilizarlo; los costos de acceso y de almacenamiento son ahora bastante moderados, y las aplicaciones que hay para utilizarla también se ha ido incrementando de forma exponencial, casi al mismo ritmo en el que se han venido haciendo más sencillas e intuitivas y su precio ha ido bajando.
Es obvio que Big Data es una herramienta que las grandes empresas han venido utilizando desde hace bastantes años, y que cada vez que la mejoran, sus ventajas sobre las empresas más pequeñas aumenta, es una de las razones por las cuales la brecha se ha ido incrementando, por ello, es necesario que las PyMEs inicien con la explotación y aprovechamiento de Big Data; sólo como ejemplos de lo que se puede hacer con ella:
  1. Podemos analizar los procesos de producción para detectar y eliminar fallas de calidad antes de salir al mercado, incluso antes de salir de la línea de producción;
  2. Podemos analizar la frecuencia con la que se recetan ciertos medicamentos, dónde se compran y así asegurar el abastecimiento;
  3. Podemos analizar los patrones de desplazamiento y compra en los centros comerciales, incluso en supermercados;
  4. Podemos analizar los patrones de desplazamiento y alimentación del ganado en grandes extensiones, así como el metabolismo de cada animal;
  5. Podemos usar Big Data para analizar aspectos financieros como los tipos de cambio, valores de acciones y noticias relevantes para determinar dónde y cuándo invertir;
  6. Los patrones de consumo, de un sector en específico, o de un producto en específico, pueden ser analizados en tiempo real para determinar el precio óptimo en tiempo y lugar; saber dónde se consume nuestro producto es casi tan relevante como saber qué es lo que se consume en nuestro mercado;
  7. Los datos de las computadoras de los automóviles también pueden ser procesados con técnicas de Big Data para poder determinar cómo conducimos, cómo podemos mejorar y cuándo debemos de darle servicio al auto, todo ello en tiempo real y de forma preventiva;
Seguramente ya ha resultado evidente que los gobiernos y ciudadanos tienen dos herramientas fabulosas a su alcance para poder mejorar los servicios públicos: el Big Data y la Transparencia de un Gobierno Abierto; imaginen lo que podríamos hacer si ponemos un poquito de técnica en su explotación y aprovechamiento: en salud, transporte, seguridad, educación, vialidad, etc.
Big Data es algo que necesitamos comprender y aprender a utilizar en todas nuestras empresas, especialmente en las PyMEs, para poder ser más competitivos e ir reduciendo la brecha que existe con las grandes corporaciones.