Sí, las ciudades y las industrias han estado incorporando tecnologías cada vez más potentes, más baratas, más amigables y más estratégicas; la automatización es la clave, pero no el fin; se busca tener más y mejores servicios, más y mejores productos, la satisfacción del mercado y ser los primeros y/o los únicos es lo que está en juego.
Y se le ha dado suficiente cobertura, el Internet de las Cosas  uno sólo lo imagina en las casas, las oficinas y las plantas de producción industrial; pero en el campo la revolución se ha venido dando casi de una forma silenciosa, sin prisa, pero tampoco sin pausa; ahí también el IoT ha estado ganando espacios; porque, después de todo, ¿no es también un proceso de producción masiva lo que se requiere? ¿no es también un lugar en donde la información en tiempo real es clave para la toma de decisiones y la actuación?
Básicamente la Revolución 4.0 consiste en los siguientes pasos:
  1. Reconocimiento de la realidad a través de sensores con múltiples capacidades
  2. Análisis de los datos de los sensores
  3. Diseño del plan de acción
  4. Ejecución del plan
Todo ello, auxiliado por máquinas, desde el principio hasta el fin. A continuación un poco de ciencia, porque lo de ficción ya ha pasado al pasado.
BeanIoT es una compañía que ha diseñado pequeñas cápsulas plásticas, semejantes a los frijoles, que contienen múltiples sensores que se ubican en los almacenes de las cosechas, de cualquier tipo de producto, para estar informando en tiempo real de las condiciones reales de cada producto almacenado, y del microclima que lo rodea, como temperatura, humedad, contenido de CO2, etc. Los frijolitos están todos interconectados entre sí para enviar una mejor información a la aplicación central que informa al productor del estado de su cosecha, al mismo tiempo que se envían órdenes específicas a los sistemas de refrigeración, ventilación, secado, clima, etc para ajustar las condiciones a los parámetros ideales. Por si fuera poco, se recargan de forma inalámbrica y su batería dura 14 meses aproximadamente.
CropX es lo mismo, pero directamente en el suelo, puede informar del estado real del suelo y sus nutrientes, además del consumo de agua por cada una de las plantas si así se desea; AgroPro, una compañía sonorense, utiliza drones para la revisión del estado de salud de las plantas, cada dron está equipado con sistemas de imagenología avanzada que permite conocer el estado de cada planta y compararlo con lo que debería de tener para así informar al productor de cuáles son las áreas críticas que requieren su atención, ya sea con plaguicidas o con fertilizantes.
Pero los plaguicidas también se han venido transformando, y usando tecnología 100% natural, es decir, sin cables; la compañía Fungi Perfecti de Paul Stamets ha patentado los micopesticidas, totalmente basados en hongos, los cuáles no sólo acaban con plagas específicas, sino que atraen también a las benéficas para el tipo de producto que se quiere cosechar.
CattleWatch es una aplicación que monitorea en tiempo real al ganado, con sensores en cada especimen que informan constantemente su ubicación y su estado de salud; MooCow monitorea también en tiempo real el estado del embarazo de las vacas con el fin de avisar de cualquier eventualidad, en especial, cuando la vaca entra en labor de parto o alguna complicación.  Hemdale farms usa sensores de IoT para lograr que las vacas lecheras sean ordeñadas de acuerdo a su propio deseo, es decir, saben cuando cada vaca está lista para ser ordeñada, además, la ordeña por robots es mucho más amigable y proporciona también información específica de cada vaca. Se puede decir que además de eficiente, el sistema logra que las vacas estén menos estresadas, y con ello, se aumenta la producción y el tiempo de vida productiva de cada vaca.
Hay empresas que están usando membranas similares a las que se usan en las máquinas de diálisis para controlar lo que las plantas consumen, en especial el agua y sus nutrientes; se reduce así la cantidad de agua de riego, pero al mismo tiempo se filtran los minerales que no contribuyen al buen desarrollo de la planta.
La generación de energía es también una de las áreas que se ha desarrollado enormente en el campo, la energía por biomasa es ya común en muchas granjas, pero también la eólica y la solar; sin embargo, recientes avances han mostrado que la generación de propano a partir de la bacteria e-Coli, la cual ha sido genéticamente modificada para lograr no sólo reproducirse, sino también para ser inocua al ser humano mientras produce propano para generar energía.
Otro avance es la utilización de la iluminación LED para producción agrícola; cada planta recibe el tipo de luz que requiere, además de tenerla siempre en las cantidades apropiadas.
Definitivamente, un campo inteligente nos beneficia a todos, logra el máximo aprovechamiento de los recursos naturales, al mismo tiempo que hace que nuestros alimentos sean cada vez más orgánicos y naturales; es curioso, pero las máquinas pueden traer de nuevo lo orgánico a nuestra mesa.